domingo, 15 de agosto de 2010

Sensibilidad, hablando de la felicidad en pareja

En muchos casos, sensible es el corazón y se prepara estrictamente para la reflexión, por su parte la conciencia, teniendo problemas, entre ellos de terquedad, viven un juego de contradicciones.

– ¡Hola Corazoncito!, ¿qué estás haciendo?
– ¡Hola Conciencia!, Estoy en busca de Felicidad, a veces la veo y a veces no, ¿y tú? –dijo corazoncito mimado.
– Qué casualidad, yo también –responde extrañada de estar haciendo algo en común–, te explicaré algo, ¿recuerdas cuando conocimos a Felicidad?, creí que se quedaría para siempre, pero tuvo que irse.
– Si, lo recuerdo, fue muy lindo ese momento en el que la sentí por primera vez –Corazoncito decía mientras hacía pucheros–, pero es cierto, se fue. :(
– Lo que sucedió fue que Felicidad se sintió descuidada, ignorada por ti y por mí sin darnos cuenta, y ella lo único que pedía en ese momento era que la apreciáramos, de lo contrario no se podía quedar con nosotros.
– ¡Pero ahora sí que la apreciamos! ¿Entonces por qué se quiere ir? –preguntó desconcertado Corazoncito.
– Porque ya no es suficiente con que la apreciemos, a veces se siente incómoda, no se identifica con nosotros, hay otras cosas muy importantes para ella en este momento además de sentirse apreciada; tú y yo no la tuvimos en cuenta cuando volvió, pero poder compartir todas esas cosas que la hacen sentir bien, es otra condición para quedarse. Felicidad dice que esto es un dilema, por un lado podríamos cambiar por ella, pero así tendría que irse de nuevo, porque no seríamos los mismos; sin embargo podría ella cambiar por nosotros, pero ya no se haría llamar Felicidad sino Costumbre, no sería la que queremos ahora, no sería la misma.

– ¡Qué triste! :( ¿Y entonces ahora que podemos hacer? –dijo Corazoncito con resignación en sus ojos.
– Lo mejor sería dejarla ir, eventualmente volverá. –le dijo Conciencia a Corazoncito con una sonrisa.
– ¡No!, ¡no me importa! Yo la quiero así sea Costumbre, voy a llorar si se va, dile que se quede.
– Sabes que puedo razonar y tú no, confía en mí. –dijo Conciencia sonriendo de nuevo.

Corazoncito no tan decidido termina cediendo, llegando al acuerdo de que ella tiene la responsabilidad de tomar la decisión porque aprende de las experiencias, mientras él, vive tan intensamente que no le queda tiempo para hacerlo, entonces Corazoncito decide confiar en ella.

De esta manera Conciencia entiende a Corazoncito, pero en este caso es difícilmente correspondida hasta que Corazoncito por lo menos empiece a experimentar Tranquilidad, a la espera de Felicidad más fortalecida, según Conciencia.

Escrito Por: Ana María Méndez Arias.

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